No hay peor soledad, que la indiferencia de aquellos con los que respiras más cerca...

De lejos, ese silencio es asfixiante, pero el silencio de todos los participantes es lo peor ofensa, deseo levantarme y revelarme, pido fuerzas pero no las encuentro, quisiera que ella se sintiera más amada, pero no le corresponden... cómo es posible cambiar esa desdicha... en que momento ha de recibir el fruto de tanto sacrificio?

Comentarios

Lou Goubreé dijo…
Pues depende, porque si a "aquellos con los que respiras más cerca" no te los aguantas o no te aguantan, entonces es mejor el mutuo ignorarse. Bueno, digo, ¿no?